Shankar
El objetivo número 1 de Aasara es dar un futuro a los niños y niñas de la calle. Si no reciben ayuda, estos niños vagan por las estaciones de tren y las calles de Bombay tratando de buscarse la vida a base de pequeños trabajos que los condenan a la precariedad. Gracias a Asara, en cambio, pueden hacer realidad sus sueños.
Es el caso de Shankar, huérfano de padre y madre, que llegó al refugio para niños de Aasara India a los diez años. Ahora ya tiene 16 y el año que viene, de la mano de Aasara, podrá empezar la formación profesional como ingeniero informático.
Shankar es muy sociable y empático, conecta fácilmente con la gente. Es un creativo nato y destaca por sus excelentes calificaciones académicas. El próximo año terminará ya el último curso escolar y podrá entrar en la universidad.
Shankar, además, da siempre una mano al resto de niños de Aasara como voluntario y se ha convertido en un referente para todos ellos.
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