Las monzones han barrido el polvo de las llanuras resecas del Thar, en el Rajastán; tras estas lluvias veraniegas, las noches refrescan en el norte de la India; es tiempo de ferias y festividades como el Diwali, el festival de las luces, que colma las ciudades de velas y rangoli: diseños geométricos descritos por granos de arroz y pigmentos de colores. Con el otoño llega la mejor temporada para visitar el Rajastán, el reino de los guerreros rajput, donde los hombres exhiben turbantes de color fucsia y las mujeres tienen porte de princesas descalzas. Las dos mujeres de la fotografía venden sombrillas multicolor a los turistas que recibe Jaipur, la ciudad rosa fundada en 1727 por Sawai Jai Singh, maharajá de Amber, cerca del Hawa Mahal, el Palacio de los Vientos, donde hace más de 200 años las cortesanas disfrutaban de la brisa en las calurosas tardes de estío.
Fuente: elpais